La música tradicional afroesmeraldeña se constituyó sobre
la base de un equipo instrumental de origen claramente africano. Instrumentos
de percusión y sonajeros: la marimba, el bombo, el cununo, el guasá, las
maracas deben haber formado parte de la cultura material de algunas de las
tribus originarias de la población negra que convergió en Esmeraldas. En su
nuevo hábitat, los primeros negros llegados a esta región reelaboraron, con
nuevos materiales, sus instrumentos, y reeditaron sus cantos y sus bailes, con
aportes de diversas etnias tribales y en consonancia con las nuevas
situaciones históricas por las que debieron atravesar.
La marimba esmeraldeña guarda notable similitud con una
serie de xilófonos que se encuentran entre algunas tribus africanas, en
especial con el rongo, instrumento utilizado por lo ndogos pero cuyo origen
se encontraría en la tribu de los woro (Giorgi, 1978). Ambos instrumentos
muestran idéntica estructura y sus diferencias consisten principalmente en
sus respectivos tamaños y en los materiales utilizados: el rongo es de menor
longitud y tiene menos teclas que la marimba esmeraldeñas y, por otra parte,
las calabazas ahuecadas de aquel son reemplazadas en ésta por ‘tarros’ de
caña guadúa, desempeñando ambos elementos la función de cajas de resonancia.
La ejecución del rongo es realizada por un músico único,
el que maneja dos tacos de cada mano logrando dar simultáneamente cuatro
sonidos. La marimba esmeraldeña es interpretada a la vez por dos ejecutantes
cada uno de los cuales utiliza un par de tacos, obteniéndose igualmente
cuatro sonidos simultáneos.Los restantes instrumentos típicamente
esmeraldeños tienen también un sinnúmero de referentes africanos. Sólo por
citar un ejemplo, entre los mismos ndogos se utiliza un tambor oblongo
(ibid), muy simular al cununo. Del mismo modo, antecedentes africanos del
bombo, del guasá y de las maracas se encuentran a través de todo el
continente negro. Las formas musicales propias de la música tradicional esmeraldeña sugieren
también las raíces africanas. Su riqueza rítmica, lograda mediante la
ejecución de instrumentos de percusión, así como también la estructura de la
composición coral, que es un juego de propuestas, respuestas, y repeticiones,
refuerza la naturaleza rítmica de los temas, son características cuya
procedencia no admite mayor duda. Con el fundamento de los instrumentos
señalados, de formas musicales y de elementos coriográficos africanos, el
negro esmeraldeño creó sus propias manifestaciones. Surgieron básicamente dos grandes géneros de expresión musical: la música de
marimba, de carácter profano, y las canciones, principalmente ‘arrullos’ de
contenido religioso
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